miércoles, 1 de diciembre de 2010

La posible desaparición de los libros de texto en las aulas

     En primer lugar, voy a hablar de la conferencia que Jaume Martinez Bonafé realizó la semana pasada en la UJI sobre los libros de texto, ya que el profesor Jordi Adell nos invitó a ir y la verdad es que se habló de cosas interesantes que dan pie a una reflexión sobre ello que más adelante realizaré.

     En la conferencia, Jaume nos habló de que para él los libros son un recurso de enseñanza, es decir, nos ayudan a enseñar, y por tanto son una posibilidad de aprender. Así pues, expuso que detrás de un libro hay: una teoría pedagógica (pedagogía escolástica) y las concreciones curriculares y didácticas de esta teoría; una correspondiente teoría del maestro, de la formación profesional de éste; un discurso, una forma de poner en relación lenguajes y prácticas institucionales; y por último un gran negocio en el interior, ya que, al año se gastan unos 900 millones de euros en libros de texto.
     Esta pedagogía escolástica de la que nos habla Jaume, posee dos características: por un lado, separa las experiencias y vivencias del sujeto de los conocimientos a construir, así el currículo está al margen de la historia ajena de cada uno; y por otro lado, separa la vida social de la vida cultural, es decir, lo que llamamos aprendizaje formal del informal, así el código curricular es el código de la disciplina. De este modo, al currículo le llama “modelo de catequesis”, donde se resume lo necesario e importante que debemos saber, el cual lo presentan los especialistas. Por tanto, el maestro no puede controlarlo, sino que, en tanto como trabajador lo que hace es ejecutarlo sin conocer ni los procesos de producción, ni el producto, ni los medios de producción. Así pues, se puede decir que un trabajo se piensa según la herramienta que se utilice, es decir, para cambiar la idea de un maestro bastaría con cambiar su herramienta de trabajo. Esta pedagogía escolástica despersonaliza al docente al no tener en cuenta su experiencia social y profesional. De esta manera, Jaume concluyó que ante esta situación debemos plantearnos que existe otra pedagogía, otra escuela, otro maestro... es decir, debemos distanciarnos de los objetos naturales implantados en nuestra vida y reflexionar sobre ellos desde fuera.

     Me gustaría destacar unas preguntas que le hicieron a Jaume, una vez acabada la conferencia, y que me hicieron reflexionar sobre todo lo que se habló en ella. Una pregunta fue que cómo podemos cambiar el hecho de que los especialistas elaboren un currículo cerrado, si ya desde un principio el Estado es quien establece las enseñanzas mínimas para la educación, y es a partir de éstas cuando se elabora el currículo. Ésto ocurre porque lo que el Estado pretende es formar a personas uniformes, que aprendan únicamente lo necesario para poder trabajar en un futuro, sin hacerles ir más allá del contenido conociendo otras cosas y adquiriendo un espíritu libre y crítico; por este motivo, los alumnos ven la educación como una obligación, como algo que consiste en ir a clase para escuchar cómo el profesor les habla del libro, memorizar el contenido del mismo e ir al examen. Además, ésto provoca que los alumnos se interesen más por las notas que por lo que aprenden, siendo individualistas y por tanto competitivos. En relación con ésto, cabe destacar el hecho de que estamos siendo formados como funcionarios estudiantes, como bien dijo Jordi en clase, y por tanto la experiencia nos deforma como docentes en el futuro. Otra pregunta que se planteó fue que cómo podemos llegar a ser buenos maestros, a lo que Jaume respondió que un buen maestro se cuestiona las cosas, reflexiona críticamente sobre la educación; es decir, cuanto más pensamos mejores maestros somos.

     Después de la conferencia estuve reflexionando sobre si es posible enseñar sin libros de texto, y la verdad es que ¿por qué no? ¿acaso los libros son imprescindibles para aprender? En la sociedad de la información cada vez aparecen recursos nuevos que facilitan al docente la integración de las TIC en el aula, y mediante éstas el docente puede ampliar el conocimiento de sus alumnos, es decir, pueden compartir conocimientos con otros alumnos y profesores de otros lugares con las TIC, al mismo tiempo que los alumnos se motivan más al ver que lo que aprenden realmente les es útil para conocer más cosas sobre el mundo que les rodea,etc. Así pues, mediante las TIC el docente comparte su experiencia, sus vivencias, sus ideas didácticas... con otros docentes (bien sea mediante el blog, twitter,etc.), fomentando la creatividad y velando por una educación de todos y para todos, y no individualista que es la que muestran los libros de texto. De este modo, como bien destaca Jordi Adell en su entrada “Carta a los editores de los libros de texto” de su blog: “Si tengo las programaciones de otros docentes, quizá la suya me sepa a poco para hacer la mía propia, y si puedo trabajar junto a otras cinco escuelas estudiando un tema “sobre el terreno”, con datos actualizados en tiempo real, y los estudiantes pueden publicar sus resultados en la red, quizá sus actividades sugeridas me sepan a cartón”.

     Por otra parte, cabe destacar que el hecho de que los libros de texto desaparezcan, no debe implicar que los docentes utilicen las TIC siguiendo el mismo método tradicional de siempre, ya que, de este modo, como bien he destacado en las anteriores entradas del blog, los resultados educativos seguirían siendo los mismos. Por tanto, las TIC las debemos utilizar enfocadas a crear redes sociales donde poder compartir experiencias y enriquecernos unos de otros. Los ordenadores necesitan planteamientos pedagógicos nuevos. Realmente este cambio importante y necesario en la metodología es costoso, porque todos hemos tenido una educación en la que todo se ha basado en los libros de texto, por ello nos cuesta ver la necesidad de este cambio, pero como docentes debemos observarlo todo desde fuera y reflexionar sobre ello. Yo misma, cuando empezamos este curso de Nuevas Tecnologías (por la que me he creado este blog, una cuenta de twitter, otra cuenta de Flickr...) iba un poco perdida y me costaba comprender lo que nos quería transmitir Jordi Adell, pero la verdad es que conforme va pasando el curso y las actividades que realizamos me doy cuenta de la importancia que tienen, de las cosas que puedes aprender de maestros, de otros compañeros, de personas que no son docentes pero que pueden aportar diferentes puntos de vista al tuyo,etc.
     Como bien afirma Jordi Adell en su entrada de “El futuro de los libros de texto” de su blog: “Los ordenadores en red nos permiten comunicarnos con todo el mundo y colaborar tanto en la elaboración de actividades de aprendizaje para nuestros alumnos como en iniciativas de desarrollo profesional formal (cursos, seminarios, etc.) y, sobre todo, informal como docentes...”.

     Llegar a utilizar correctamente las TIC en el aula, innovando cada vez más, es todo un reto, como bien hablamos el último día en clase, pero debemos superarlo y esforzarnos por conseguirlo, debemos llegar a ser unos buenos maestros, innovadores, críticos, participativos, y debemos empezar ya, desde nuestra formación como futuros maestros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario